Solidaridad y contraataque

El gobierno de los EE.UU cierra Megaupload y encarcela a 
Kim Dotcom

En silencio, π contraataca. Y se solidariza con El Gordo

En combattant l' Ancien Régime

Esta galerada de la primera edición de la Encyclopédie de Diderot y D’Alembert, descubierta recientemente en la biblioteca de la Universidad Estatal de Moscú, vendría a reforzar la tesis, siempre combatida en ámbitos académicos por los adoradores de la obscurĭtas, que imputaría a la formación piturrezca del maestro Diderot el nervio inspirador su “opus magnum”

En encumbrados círculos piturristas el hallazgo no causó revuelo, y menos sorpresa. Descendientes de André Le Bretón dicen contar entre sus archivos familiares con una nota autógrafa de don Denis que pondría punto final al viejo debate sobre de qué fuentes intelectuales ha bebido y de qué espíritu es deudor el gran enciclopedista:  “…que le den morcilla a Francis Bacon, y a Descartes, lo des-carto. Mi única luz inspiradora es la anarco-cosmovisión del que nos manda callar. Sólo me debo a π”

Pupilas

“Hay algunos hombres misteriosos que no pueden ser sino grandes. ¿Por que lo son? Ni ellos mismos lo saben. ¿Lo sabe acaso quien los ha enviado? Tienen en la pupila una visión terrible que nunca los abandona….”

Cuenta Sainte-Beuv que Víctor Hugo lanzó esta sentencia pensando en Piturro. Se lo confesó, dice, en medio de la gran borrachera con la que festejó su nombramiento como Caballero de la Legión de Honor ¿ Es posible que el autor de Los Miserables se haya referido al "callado" cuando murió 125 años años antes del nacimiento de éste ? Los piturristas apelan a que, entre otras habilidades, VH era vidente. Los hombres faltos de fe, recuerdan otros disparates por el estilo lanzados al ruedo por el propio Piturro.

Preguntado sobre el particular, Piturro calla… y mira.

PRECISIÓN Y EXACTITUD

Tolstoi se preguntaba qué fuerza es la que impulsaba a miles y miles de hombres a internarse en tierras extrañas a combatir contra otros hombres, a matar y morir. Se contestaba, vagamente, que sólo podía ser la fuerza de la historia... Piturro conoce una respuesta más precisa, y la calla.
Camus se preguntaba qué es un hombre rebelde. Un hombre que dice que no, se contestaba con contundencia… Piturro conoce una respuesta más precisa, y la calla.
Joseph Joubert se preguntaba cómo buscar allí donde se debe, cuando se ignora hasta lo que se busca… Piturro conoce la respuesta exacta y, poniendo cara de boludo, la calla.
Borges, en una conferencia en la Universidad de Austin (Texas) se preguntaba si aquello que descubrió Daneri en ese rincón del sótano no sería una bolita japonesa… Piturro conoce la respuesta exacta, y la calla.

Más que No

Si el No es la máxima expresión conocida de la rebeldía, Piturro ha llevado el ejercicio de su libertad individual al terreno de lo desconocido. Al mínimo requerimiento, el silencio por respuesta. Ante cualquier interrogante, la cara de boludo y a dar saltitos. Instado a compartir su manantial de sabiduría, actitud lunática y aullidos a las sirenas (¿desafío al poder?). Nunca una respuesta, nunca entrar en el juego del pretencioso interlocutor.

El sí esclaviza al requerido, el no lo hace caer en una trampa. A los buscadores de fama, piturrísimo silencio.

Te mira, te duerme

Piturro tiene, entre otros poderes, el lexotanílico: Te mira y, si quiere, te duerme. Hay quien dice que este poder proviene de su conocimiento sobre el comportamiento del tiempo y de su capacidad de penetración en los intríngulis del espíritu humano.

Él, ante la interrogación, pulveriza al curioso con su silencio: La callada por toda respuesta. Y, si quiere, lo duerme. 

Ratzinger Z

Siendo como es, un cultivador de la buena educación como materia primordial de las relaciones humanas, Piturro, incluso en ésto, no se sujeta a dogmas. Recordada es su reacción cuando S.S. Benedicto XVI lo acusó de que su relativismo ponía en cuestión la idea de verdad dogmática y moral. No necesitó de la palabra para colocar a Ratzinger Z en su sitio, demoliéndole el edificio teórico con su maestría en el arte del lenguaje gestual.

Desde entonces, con las relaciones ya reestablecidas, se ven de tanto en tanto para compartir barra en el bar “La Paloma” y tomarse unos Sol y Sombra.

Disgregaciones

No todo es intelecto y reflexión en la vida de Piturro: También existe el tinto y los amigos. En tertulias y sobremesas - él también conoce los excesos - es muy dado al desvarío, a la disgregación, al divague; cuando no una inclinación al dandismo. En la foto, con su lazo rojo, el cual asegura perteneció a Baudelaire, a todas luces un despropósito y una mentira , acompañado por otro borrachín de su misma catadura.

Piturro no reniega de su pasado setentista, al fin y al cabo se trató de un proceso histórico, pero hoy lo mira desde otro prisma: Ha leido a Isaiah Berlín, a Tostoi, a Ortega. Ya no cree en supraindividualidades.

El descanso de la eminencia....

La buena vida es para mi

dejar volar lo que se fue,

saber sembrar la mejor vid,

dar amistad sin ofender.

Sin más gobierno que el del alma,

con mente limpia y siempre en calma,

sabiduría y simplicidad,

saber dormir sin ansiedad.

(Henry Howard, conde de Surrey y grado 33 del Rito Piturrista)