Siendo como es, un cultivador de la buena educación como materia primordial de las relaciones humanas, Piturro, incluso en ésto, no se sujeta a dogmas. Recordada es su reacción cuando S.S. Benedicto XVI lo acusó de que su relativismo ponía en cuestión la idea de verdad dogmática y moral. No necesitó de la palabra para colocar a Ratzinger Z en su sitio, demoliéndole el edificio teórico con su maestría en el arte del lenguaje gestual.
Desde entonces, con las relaciones ya reestablecidas, se ven de tanto en tanto para compartir barra en el bar “La Paloma” y tomarse unos Sol y Sombra.
Que pena de primipara añosa y ahora ¿que hay que hacer con el comentario?
ResponderEliminar¿Y SS Benedicto XVI qué le respondió?
ResponderEliminarPiturro no contesta, los mira y sonríe.
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